Agosto de 2013

 

La Facultad de Cs. Jurídicas y Sociales lleva adelante una demanda contra ABSA y la Provincia de Buenos Aires, en representación de vecinos de Ringuelet, Gonnet, City Bell y Villa Elisa, y la misma solicita que se multe a la empresa prestadora y que se restituya económicamente a los usuarios que pagan por un servicio de tratamiento cloacal que no existe, ya que la planta que la empresa tiene en Ringuelet no funciona desde hace años.

Los vecinos aludidos, representados por esta Clínica de Usuarios y Consumidores (dependiente del Programa de Clínicas Jurídicas de la Secretaría de Extensión de la Facultad), demandaron a la empresa prestadora del servicio de agua de red domiciliaria Aguas Bonaerenses y a la Provincia de Buenos Aires.

 

En la demanda, radicada en el Juzgado en lo Contencioso Administrativo Nº 3 de La Plata, los vecinos reclaman que la empresa cese el cobro del servicio de desagüe cloacal hasta que el mismo sea efectivamente prestado, que se restituyan a los usuarios las sumas pagadas indebidamente y se les aplique, tanto a Aguas Bonaerenses como al Estado provincial, una multa civil, no sólo por los cobros indebidos a los usuarios, sino también por la gravedad de los daños ambientales ocasionados en la Cuenca del Arroyo del Gato.

 

En la presentación realizada ante la Justicia, la Clínica Jurídica también reclama que se exhorte a los poderes públicos a construir una planta de tratamiento de residuos cloacales.

 

El documento denuncia el comportamiento salvaje de las demandadas, quienes, ilegítimamente, cobran desde hace años por un servicio de tratamiento de líquidos cloacales que no prestan, ya que la planta instalada en Ringuelet no funciona para cumplir con esta tarea. Además, la ausencia absoluta de tratamiento sobre los residuos cloacales contaminó el curso de agua que atraviesa los partidos de La Plata y Ensenada. Como prueba de la contaminación que afecta al arroyo, se presentó un estudio de las aguas realizado por la Facultad de Ciencias Exactas. En el análisis, efectuado sobre los vertidos (efluentes) por la empresa, los investigadores detectaron la presencia de coliformes fecales en una proporción mayor a 25.000/ml, cuando la cantidad permitida no puede superar los 5.000/ml.

 

Entre otras pruebas esenciales y decisivas que acompañan a la demanda para demostrar la gravedad de las conductas denunciadas, pueden enumerarse: dictámenes de las autoridades en los años 2001 y 2007 (informe del Organismo de Control del Agua de la provincia de Buenos Aires, OCABA, presentado en una causa penal); un acta de constatación realizada por un escribano público de la zona; fotografías certificadas por notario; un video y calificados testigos presenciales.

 

La triste verdad que se desprende de la demanda presentada es que los vecinos de la zona aledaña a la planta de tratamiento de Ringuelet se inundaron (algunos se ahogaron), el trágico 2 de abril pasado, con líquidos cloacales. ¿Hasta cuándo el árbol venenoso de la desidia seguirá dando sus frutos?, ¿estará el Poder Judicial a la altura de la acción colectiva promovida?.